miércoles, 5 de enero de 2011

Un "mar" de recuerdos

Cuando era pequeño, escuchaba decir a mis padres que a medida que te vas haciendo mayor, los años pasan como si fueran meses...
Viene a mi cielo la imágen de un niño con botas ortopédicas y más nervios que el rabo de una lagartija que se arrima a la pierna de su padre buscando ser ahupado esperando a que todo transcurra como un cuento más de aquella navidad, el último, el remate a todas aquellas películas alegres de fondo blanco y Mrs Scroodges que había estado disfrutando mañanas de batín de cuadros, copita y zapatillas de paño mientras la magia pasa por delante de sus ojos fundida con un intenso olor a algodón dulce, garrapiñada, ilusión...y mucho bullicio...
Hoy daría lo que no tengo por volver a calzarme aquellas botitas Gorila y acostarme con las zapatillas puestas para ser el primero en descubrir un balón y unas botas de fútbol de 16 tacos...cómo disfruté aquel año con mi monopatín Sancheski y el futbolín con patas (irremediablemente destinado a convertirse en parihuela en la que volaban los faldones de sábana rota a compás de la Agrupación musical Jesús Despojado...Dios mío, cuantas mini-chicotás habré dado por el pasillo de mi casa escuchando "Lignum Crucis"...!!!)
Cada vez estoy más covencido de que éste día ha perdurado con la finalidad de ablandar aunque sólo sea por una instante, el corazón de aquellos que se endurecen por las circunstancias cotidianas, y para hacernos sentir afortunados de que el misterio de la vida haga que cambiemos monopatínes por sonrisas...el mejor regalo...